Este anécdota me la contó Martín, ex-Akela de la manada del grupo 4 de Puebla.
Un día salían de cacería. Lobatos y lobeznas habían pagado su cuota. Akela todavía tenía el dinero a la mano cuando tuvieron que abordar el autobús.
Uno de los cachorros más pequeños de la manada se acercó a decirle a su Viejo Lobo: "Akela, ya no pagues y con ese dinero vámonos al antro"... ¡Son chiquitos, pero no tontitos!
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1 comentario:
Nice blog. Thats all.
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