En la página principal encontrarás los últimos cinco textos publicados en estos apuntes.

Si quieres consultar más escritos búscalos por etiquetas (categorías) o por fecha de publicación. Ambas posibilidades las encuentras en la columna derecha.

Si quieres dejar un comentario, haz click sobre el vínculo que existe para ello al final de cada texto.

18.10.08

¿El abuelito de mi akela?


Hace pocos días llegó a mis manos -bueno, en realidad al disco duro de mi computadora- una foto que miré y en la cual encontré un rostro conocido, pero con cabello ya un poco cano.

¿Quién es? ¿Será posible? ¿Será, en efecto, el abuelito de mi akela? Las imágenes se agolparon allí donde el alma guarda los recuerdos.

Me trasladé a muchos años hace... aquéllos en los cuales yo era niño, utilizaba shorts, calcetas altas, borlas amarillas echas por mí mismo con estambre amarillo, camisa blanca y gorra verde. No tenía nombre de selva (no recuerdo haber tenido nunca uno hasta que fui baloo-akela hace menos de un lustro).

En mi memoria aparecía la figura de Akela, sonriente, con su camisola gris (de esas bonitas que tenía la Asmac, sin cuello), contándonos una historia, poniéndonos a jugar veneno.

El tipo de la foto se le parecía, también sonriente, también con la pañoleta que durante tanto tiempo he querido: la del cuatro de Toluca. Pero era algunas lunas más viejo. Llevaba el totem, apoyado sobre la piel del tigre, como diciendo por qué los lobos estamos más allá de la ruindad de Shere-khan y somos el pueblo libre.

Pero no, no era un engaño de los sentidos, ni era el abuelito de mi akela, sino el mismo que después de Kiko López acompañó mi vida en la manada, hasta entregarme cargado por encima del bordón en el pueblo de los hombres, en la tropa que nunca pude disfrutar tanto como las cacerías con ese que primero fue mang y después para siempre en mi recuerdo EL AKELA.

En efecto, la foto que recibí era la de Ale Abraham, mi akela, el akela de muchas generaciones, que portaba con benevolente sonrisa la pañoleta querida en el festejo del 45 aniversario de esa manada que tiene mucho que ver en mi felicidad de infancia y en parte de quien hoy soy.

Ale: hoy pareces el abuelito de aquel akela que ronda en mi memoria, pero igual te agradezco las lunas y cacerías que nos regalaste: hemos podido ir siendo leales, ahorradores, sonrientes, dignos de confianza, como nos fuiste poco a poco enseñando junto con Darzee, como quienes sembraban las semillas que encontrarían en corazones de adultos el fruto adecuado para intentar dejar este mundo un poco mejor que como lo hemos encontrado.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hey rafa que chido que aun recuerdas a tu akela, es la marca que los scouters dejan en los chavos, asi como la que tu dejaste como akela, tus lobatos y lobeznas a lo mejor algun dia tengann ese mismo pensamiento de ti cuando te vean despues de que pasen muchas lunas :s

jajajaja

Anónimo dijo...

QUE GUSTO COMPARTIR TU EMOCION.
YO FUI AKELA DEL GPO 3 DE MORELIA ALLA POR LOS AÑOS 80'.
Y AHORA ME ENCUENTYRO A MIS LOBATOS Y CUANDO ME SALUDAN MI VIDA REGRESA MUCHOS AÑOS.
QUE ORGULLO .
FELIECIDADES A TU AKELA Y A TI.
SIEMPRE LISTO ANGEL GONZALEZ
MORELIS