En el escultismo también los padres de familia cuentan

Hoy por la mañana una amiga me refirió una conversación que recientemente tuvo con una familia cuyos hijos están registrados en el grupo scout al que pertenezco, pero que muy posiblemente en pronto tiempo continúen su vida esculta en otro grupo.

Resulta que fue a una reunión y allí encontró a unos viejos amigos. Como ella iba vestida de scout, pues había salido del curso de formación de formadores un poco tarde, se le acercó la mamá de una lobezna y un scout. Le preguntó que qué hacía ella en los scouts y después le pidió que por favor le recomendara un grupo para que puediera cambiar a sus hijos.

Paa no escribir aquí el guión de una telenovela, lo que fuer referido en resumen fue que el chico de tropa -de más o menos recién ingreso al movimiento- participó en una experiencia que no le vino bien y eso le causó cierta reticencia para acudir a la siguiente.

La mamá lo comentó con el scouter que da acompañamiento a su hijo, señalando que el chiquillo no quería ir a la próxima actividad. A decir de la señora, el educador de sus hijos se limitó a responder: "Si su hijo no va a a ir le pido que me lo avise, para que yo pueda disponer de su lugar para otro chico".

Todavía no sé qué diga el referido, pero sí me he quedado pensando: los adultos en el movimiento scout no debemos olvidar que en el escultismo también los padres de familia también cuentan: sin su autorización no tendríamos la mayor parte de los miembros del movimiento, sin su apoyo económico no habría actividades desafiantes, útiles, recompensantes y atractivas; sin su interés por la educación de sus hijos, todos nuestros esfuerzos pedagógicos serían en vano.

Creo que una de las cosas que con más dificultad aprende un scouter joven es que TIENE que acercarse a los padres, decirles de los avances de sus hijos, escuchar sus sugerencias... En esto de los scouts la relación con los papás se puede mirar de dos formas: nosotros les hacemos un favor a ellos y por lo tanto todo se decide a partir de nosotros o la segunda: ellos nos hacen el favor de prestarnos a sus hijos para compartir con ellos los valores de nuestra ley, pues consideramos que son viables para dejar el mundo mejor que como lo encontramos.

En el primer caso es muy fácil que terminemos no "satisfaciendo al cliente" y teniendo menor membresía de la que podríamos atender... En el segundo, es posible que podamos crear una comunidad educativa que haga creíble que divertirse en el juego del escultismo, es una buena apuesta de fuuro pues apoyaremos la formación de ciudadanos autónomos, capaces de sumarse a la creación de un mundo con mayor dignidad paa todos nosotros.