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23.5.08

¡¡¡Los lobos vivimos en manada!!!

Los scouts compartimos con muchísimos movimientos del mundo entero el empeño por ofrecer una educación integral, en la cual las personas puedan ser acompañadas en su empeño por ser autónomas y comprometidas fraternamente con su mundo, consigo mismas y con su Dios.

Lo que nos hace diferentes y nos da especificidad no es, entonces, nuestro propósito; sino el camino que seguimos para caminar hacia lo que hemos proyectado educativamente. Se trata del método scout.

Siendo un movimiento que agrupa a millones de chicas y chicos a lo largo y ancho del mundo entero, el escultismo opera su propuesta en pequeños grupos naturales. El presupuesto es que cuando un niño, adolescente o joven se encuentra entre sus pares y con ellos asume responsabilidades que afronta con liderazgo, va siendo más capaz de ser siempre mejor para estar siempre listo para servir y con ello ser mujer u hombre capaz para los demás.

1. Nuestro pequeños grupo, es un gran grupo

Los lobos vivimos en manada y la manada es nuestro pequeño grupo natural: pensamos actividades para toda nuestra manada, imaginamos historias para ella.

Alguien me dirá: no es verdad: el pequeño grupo es la seisena... Y parecería lógico, máxime si se parte de la comparación con las patrullas con las cuales trabaja la tropa.

Y es precisamente esa comparación la que puede ayudarnos a entender el asunto. Si la sección scout trabaja como tal y no como una supermanada verde, permite que sus patrullas tengan sus propias actividades, hasta sus campamentos. Los patrulleros se reúnen, hacen actas de sus sesiones, llevan su propio libro de oro, muchas veces mientras la tropa está en una acción alguna patrulla puede participar en otra cosa.

No sucede así con una seisena: nuestros lobitos y nuestras lobitas no están en condición para dar ese paso. Las seisenas tienen una función meramente práctica: nos sirven para tener el suficiente orden para poder realizar las tareas más importante para nuestros cachorros: jugar, vivir narraciones, corear sus cantos.

Eso explica que las seisenas son móviles, que puedan cambiar para nivelar sus capacidades, que elijan a sus seiseneros y subseiseneros con cierta periodicidad.

En lo demás, educamos en la manada teniendo presente que nuestro pequeño grupo es TODA LA MANADA.

2. Pequeños grupos para fines muy prácticos

Como ya he señalado, las seisenas no son la célula base del trabajo de manada, pero sí son pequeños grupos muy útiles para todo viejo lobo:
  • Porque agrupados los niños en núcleos de 4 a 6 integrantes se alistan más rápido para jugar.
  • Porque poniendo a la cabeza de las seisenas a un seisenero podemos contar con una valiosa ayuda para que los pequeñines de la manada o los recién llegados no se "pierdan" en nuestro mundo de instrucciones y siempre tengan oportunidad de divertirse prontamente.
  • Desde mi experiencia de muchos años de educador de niñas y niños, porque los más pequeños nunca saben dónde deben estar (todavía no tienen suficiente desarrollo para ello), así que pueden identificar a uno o dos compañeros de su seisena y seguirlos o voltear a ver el color de su piel y formarse donde otros también lo tengan.
  • Porque formados en grupos más pequeños es más fácil dar instrucciones y que los niños puedan seguirlas.

Las lobatos y las lobeznas en las seisenas no son permanentes, no están en ellas desde que llegan a la manada hasta que se van a tropa. Los integrantes de una seisena cambian según lo requiera la vida de la manada, en la cual los viejos lobos siempre buscarán el mayor equilibrio posible, para que el orden y la diversión sean equitativos.

Mi vida de viejo lobo me dice que un niño debe permanecer en su seisena no menos de un par de ciclos de programa, sobre todo si es un pata tierna, porque estos benjamines de la manada necesitan la fuerza de la repetición para ubicarse en el tiempo y el espacio.

3. Distintas pieles, distintas seisenas

La manada como tal tiene sus propios distintivos: el color amarillo, su saludo de lobo... las seisenas tienen un distintivo que se porta en el lugar apropiado para ello en la manga izquierda de la camisola y que coloquialmente es llamado "piel". Es una tela amarilla bordada con la cabeza de un lobo en color y que tiene franjas de color azul para distinguir quién hace en un momento dado de seisenero (dos franjas) o subseisenero (una franja).

Los colores de los pelambres de los lobos, que dan nombre a las seisenas son amarillo, blanco, café, gris, negro y rojo.

Los miembros de una seisena proclaman su disposición para trabajar en ella con el grito que hace el seisenero de su color y la respuesta con el lema por parte de sus compañeros: ¡Amarilla siempre!: ¡Lo mejor!

4. Los líderes en la manada

El liderazgo en la manada, como en todo grupo humano es múltiple y depende del momento y situación en los que haya que realizar algo.

Sin embargo, a los seiseneros y subseiseneros se les comienza a depositar la suficiente confianza para que den servicio como líderes entre los niños y niñas de la manada.

Como el escultismo pretende ser una escuela para la vida activa, participativa y democrática, hoy por hoy se pide a los viejos lobos que permitan que sean los lobatos y las lobeznas quienes elijan a sus seiseneros y la idea es que no sea por un periodo menor a cuatro meses. Así varios miembros de la manada tendrán la oportunidad de experimentar en un rol de líder el valor del servicio tan propio del escultismo...

5. ¿Juntos o revueltos?

Ahora que puede haber manadas mixtas -coeducativas integradas, pues-, muchos viejos lobos formados a la antigua se preguntan si las seisenas pueden ser revueltas (con lobatos y lobeznas al mismo tiempo) o tienen que ser paralelas (unas femeninas y otras masculinas).

La respuesta es que se puede de las dos formas. Yo fui tres años Akela de una manada en la cual tuve seisenas revueltas y -simultáneamente- alguna de sólo niñas y alguna de sólo niños... En todos los casos pudimos jugar y afrontar las cacerías que íbamos organizando en el Consejo de Roca.

Si la cultura en la que se encuentra la manada es aconsejable pasar las noches de campamento en tiendas sólo de niñas y sólo de niños, pues hágase sin mayor problema, pero ello no quiere decir, entonces, que las seisenas tengan que ser consecuentemente paralelas.

jrrv, mayo 2008

1 comentario:

Anónimo dijo...

Cuando entran los niños no saben que onda pero siempre llegan todos los sábados con esa sed de aprender, cuando el niñ@ agarra la onda de cómo es la manada siempre quiere avanzar a ser mejor en este caso a ser seisenero y eso es padre por que ves con el niño va creciendo como mental y físicamente el como se va venciendo a si mismo por querer llegar a esa meta otra pues no le veo lo malo en que trabajen juntos eso deben ir aprendiendo desde chicos o lo han aprendido desde chicos por que pues el simple hecho de ver a sus papas juntos, si tienen hermanos o hermanas, sus amiguitos o amiguitas, en la escuela, en ellos no hay ese morbo que se va presentando cuando va uno creciendo no debemos inculcarles eso antes de tiempo.