¡Ay, Akela, si no hubieras crecido...!

Esta anécdota la compartió recientemente Toño Mier, del grupo 100 de Benito Juárez, quien fuera Akela en su grupo y hoy es el jefe del mismo. Lo que refiere sucedió después de que él dejara su manada para asumir su nuevo cargo.

"Hace poco en el Verano Scout tuve que cubrir a Fao -nuestro actual responsable de manada- en una actividad (¡¡¡cómo trabaja el condenado!!! !) Asistió uno de los lobatos más pequeños, a quien tuve que aceptar como mascota cuando yo era Akela, porque no me lo quitaba de encima. Simplemente me dijo: "oye Toño ¿por qué tuviste que crecer? Si no hubieras crecido todavía estarías en la manada con nosotros"

Los lobos tenemos poderes especiales!!!

Era un día especial, las lobas y los lobos de la Manada de la Rivera del Río Waigunga (la del grupo 3 de Puebla) habíamos hecho todo cuanto de nosotros dependía para ser mejores y estar preparados para el gran encuentro con los perros jaros, sí, los de la pelambre rojiza.

Todo el día anterior Wontolla, Kaa, Bagheera y Messua habían alentado a los chachorros de la manada para estar siempre listos: todos siguieron las huellas para la caza de una aventura especial.

Akela se hizo presente muy temprano, en las cañadas del Africam Safari. Acompañó a los suyos en múltiples desafíos, hasta que lograron vencer a los perros locos, los dholes, pero él ya no estaba en condiciones para seguir al parejo de todos los rastros, ni de asentar las dentelladas precisas. Era necesario que dejara la manada.

Reunió pues a su hato y dijo a los pequeños: "ya no podré seguir con ustedes, después de todas las cacerías y peripecias". Es necesario que otro viejo lobo se ocupe de reunirlos y dirigirlos.

Le pidió, entonces, a los viejos lobos, que se reunieran y escogieran entre ellos a alguno que pudiera acompañar a lobatos y lobeznas en paso por la selva; que pudiera hablar con Baloo y Bagheera para que les enseñaran la ley de la selva y cómo ser ágiles y fuertes para asestar certeras dentellas, de las que ayudan a ser siempre mejores.

Wontolla, Messua, Bagheera y Raksha se reunieron; los cachorros aguardaban expectantes. Se abrió paso por fin Wontolla y profirió solemne: "nosotros creemos que Kaa nos puede ayudar a conducir la manada"...

¡Caras de admiración! "¿Pero cómo, si es una serpiente? ¿Acaso Akela no debe ser lobo?" El viejo lobo solitario, el que tantas lunas había guiado a la manada, tomó la palabra y dijo a su pueblo: "Tal vez mucho no lo crean, pero nosotros podemos hacer que Kaa se convierta en uno de los nuestros y así, como nuevo Akela podremos seguirle, y entregarle nuestra promesa y hacerle el gran clamor... Aullemos tan alto que nuestro clamor sea escuchado por todos los rincones de la selva y deseemos fuertemente que Kaa sea el viejo lobo que guíe a la manada".

Y los lobatos y las lobeznas con todos sus pulmones aullaron y con todo su corazón desearon y con toda su imaginación vieron que era posible... Y fue posible...

Así dejé yo la manada en manos de un viejo lobo que antes había sido serpiente... Porque los lobos tenemos poderes especiales.

En el escultismo también los padres de familia cuentan

Hoy por la mañana una amiga me refirió una conversación que recientemente tuvo con una familia cuyos hijos están registrados en el grupo scout al que pertenezco, pero que muy posiblemente en pronto tiempo continúen su vida esculta en otro grupo.

Resulta que fue a una reunión y allí encontró a unos viejos amigos. Como ella iba vestida de scout, pues había salido del curso de formación de formadores un poco tarde, se le acercó la mamá de una lobezna y un scout. Le preguntó que qué hacía ella en los scouts y después le pidió que por favor le recomendara un grupo para que puediera cambiar a sus hijos.

Paa no escribir aquí el guión de una telenovela, lo que fuer referido en resumen fue que el chico de tropa -de más o menos recién ingreso al movimiento- participó en una experiencia que no le vino bien y eso le causó cierta reticencia para acudir a la siguiente.

La mamá lo comentó con el scouter que da acompañamiento a su hijo, señalando que el chiquillo no quería ir a la próxima actividad. A decir de la señora, el educador de sus hijos se limitó a responder: "Si su hijo no va a a ir le pido que me lo avise, para que yo pueda disponer de su lugar para otro chico".

Todavía no sé qué diga el referido, pero sí me he quedado pensando: los adultos en el movimiento scout no debemos olvidar que en el escultismo también los padres de familia también cuentan: sin su autorización no tendríamos la mayor parte de los miembros del movimiento, sin su apoyo económico no habría actividades desafiantes, útiles, recompensantes y atractivas; sin su interés por la educación de sus hijos, todos nuestros esfuerzos pedagógicos serían en vano.

Creo que una de las cosas que con más dificultad aprende un scouter joven es que TIENE que acercarse a los padres, decirles de los avances de sus hijos, escuchar sus sugerencias... En esto de los scouts la relación con los papás se puede mirar de dos formas: nosotros les hacemos un favor a ellos y por lo tanto todo se decide a partir de nosotros o la segunda: ellos nos hacen el favor de prestarnos a sus hijos para compartir con ellos los valores de nuestra ley, pues consideramos que son viables para dejar el mundo mejor que como lo encontramos.

En el primer caso es muy fácil que terminemos no "satisfaciendo al cliente" y teniendo menor membresía de la que podríamos atender... En el segundo, es posible que podamos crear una comunidad educativa que haga creíble que divertirse en el juego del escultismo, es una buena apuesta de fuuro pues apoyaremos la formación de ciudadanos autónomos, capaces de sumarse a la creación de un mundo con mayor dignidad paa todos nosotros.

En busca del Avatar... rally regional de manadas en el día del lobato

Desde todos los rincones de la selva los lobos, las lobas y sus cachorros se aprestan para seguir el rastro y encontrar al Avatar, señor de los cuatro elementos, quien puede coordinar los esfuerzos de todos para reestablecer la armonía que ha roto la nación del fuego.

Lobatos, lobeznas y los viejos lobos se darán cita para seguir las huellas y dar las dentelladas que les permitan ser siempre mejores el próximo 4 de octubre, en el campo escuela de Meztitla... Es el campamento regional con el cual festejaremos el día del lobato y la lobezna. Lo organiza la subcomisión de manadas de la Provincia Puebla y están invitadas todas sus provincias vecinas... Daremos cuenta de tan singular cacería...

Si quieres saber más de esta actividad, sigue el vínculo http://mx.geocities.com/rallymanada/

Siempre listos para servir... ¡para las necesidades del mundo en el siglo XXI!

No sé si suceda en otros países del mundo, tampoco sé si es un fenómeno que afecta a todo México. Pero sí estoy claro de lo que veo en los grupos scouts que conozco: hay en el escultismo una tendencia a la endogamia que se manifiesta cuando las personas hablan de "hacer servicio".

Me explico: he escuchado a muchos claneros y exclaneros conversar sobre sus anécdotas de servicio e invariablemente se refieren a cosas que vivieron cuando estuvieron con alguna sección: que si con la manada esto, que si con la tropa aquello; algunos de "ámbito más amplio" relatan sobre sus participaciones en el moot, en el eeas o en actividades de carácter regional o nacional.

No se puede dudar que los scouts dan servicio, pero sí se puede afirmar que en lenguaje cotidiano estar siempre listos para servir se traduce en hacer actividades scouts para scouts. Y no está mal, así se camina hacia el voluntariado dentro del movimiento y se resuelven muchísimos problemas prácticos para las secciones menores y la vida de los grupos. Pero es insuficiente.

El mundo necesita de muchas manos para que podamos dejarlo mejor que como lo encontramos

El siglo XX fue muy complejo. Ante los ojos de las mujeres y de los hombres de todo el mundo fueron quedando claros infinidad de problemas, al tiempo que las ideologías que prometían dignidad para las personas se fueron haciendo pedacitos.

En su segunda mitad comenzaron a surgir lo que hoy se conoce como organizaciones de la sociedad civil (algunos todavía las llaman organizaciones no gubernamentales): la resultante de una paulatina pero clara conciencia de que no es posible depositar totalmente en las manos de los gobiernos la solución de los males que nos aquejan, pues ser ciudadanos implica la corresponsabilidad de gobernar, de crear opciones, de proponer posibilidades y de exigir a las clases políticas el cumplimiento de su deber para que las instituciones del estado estén al servicio de las personas.

Así, han aparecido organizaciones que trabajan por los derechos humanos, por el desarrollo sustentable, por la paz, por la inclusión de las personas con discapacidades que pueden relegarlas de actividades habituales en una sociedad. Y estas instituciones viven de la participación de todos aquellos que quieren dar un poco de sí para que un mundo mejor sea posible.

Participación institucional: un rostro fresco del servicio

Baden Powell desde siempre pensó el escultismo como una escuela de ciudadanía: consta en sus escritos y consta en los principios y la ley scouts. Y a ella habría que llegar de múltiples formas, una de ellas -privilegiada, por cierto- el servicio.

Ayer por la noche veía un documental sobre el terremoto de la ciudad de México, el de 1986. Elena Poniatowska decía que con ese terrible acontecimiento las personas se dieron cuenta que no contaban con su gobierno, sino con las amas de casa y con los "niños exploradores", haciendo referencia al importante papel desempeñado por los scouts en esa y muchas otras tragedias que azotan las regiones del mundo entero.

Participar en situación crítica es la condición más que mínima de corresponsabilidad ciudadana. Pero la construcción de estructuras y acciones que hagan este mundo mejor que como nos ha sido dado, requiere una participación permanente, sencilla pero clara en los distintos frentes que nos presentan desafíos para la vida humana digna.

Y se puede participar de muchas maneras. Una de ellas de gran efectividad es participar a través de las instituciones como las organizaciones de la sociedad civil, las gubernamentales, incluso las religiosas. Y es que lo institucional da cauces y permite cierta permanencia que va más allá de los esfuerzos meramente individuales y sentimentales que cualquiera de nosotros puede hacer sin mayor resultado que una acción esporádica y eventual, en la más pura acepción de la palabra.

La participación institucional es un muy buen nombre para el servicio que demanda la realidad del siglo XXI, pero implica romper la tendencia endogámica, en especial la que impera en muchos grupos scouts.

No es un sueño iluso pensar que con todas las habilidades y conocimientos que desarrolla alguien en su vida scout puede sumarse competentemente al esfuerzo de las instituciones para dejar un mundo mejor. Sería fabuloso escuchar a los ex-scouts compartir las anécdotas de cuando trabajaron con habitat, con greenpeace, con los grupos de vecinos que se estaban organizando para regularizar sus terrenos. Y también lo mucho que se divirtieron cuando jugaron con los lobatos, acamparon con la tropa...

La participación institucional vuelve al escultismo más creíble

He trabajado por 20 años entre universitarios. La inmensa mayoría de ellos no se sienten atraídos por los grupos scouts de la ciudad. A lo mucho un uno por ciento de ellos se acercan al movimiento. Pero la cifra cambia considerablemente si se trata de apoyar otro tipo de organizaciones: al menos un 10 o 15% de estudiantes universitarios se comprometen en algún tipo de labor voluntaria con organizaciones...

Creo que habría más interés por el escultismo si los jóvenes vieran a los caminantes y claneros comprometidos participando institucionalmente en cosas que hoy nos son significativas y que de diversas formas ya he manifestado en este texto: derechos humanos, comercio justo, amnistía internacional...

A mi parecer ese es el sentido de la insignia de participación institucional que contempla el Esquema Nacional de Programa Educativo de la Asociación de Scouts de México y será más fácil vivirlo si comenzamos, por supuesto, desde la manada.

Gracias, mis queridos viejos lobos

Recién este domingo 31 de agosto tuvimos la última sesión de formación básica de la generación 2008 de la Provincia Puebla. He podido compartir con mis queridos viejos lobos mucho de lo que quieren, buscan, intentan al ser scouters de manada y me he reído muchísimo con todos ellos.

Gracias, mis queridos viejos lobos... no bajen la guardia que servir acompañando la apertura a la vida de las lobitas y los lobitos es algo que bien vale la pena.

Y ahora: a prepara libretas del scouter y el rally provincial de manadas: hay que mostrar que somos competentes para ser siempre mejores.

Ecos de la selva de Coatepec

Saludos viejos lobos, la selva de Coatepec estuvo de fiesta, pues a ella llegaron viejos lobos de Monterrey, Guanajuato, Oaxaca, Colima, Yucatán, Puebla, en fin, de todos los rincones de nuestra República, todos con un mismo objetivo: ser siempre lo mejor y enseñárselo a nuestros lobitos y lobitas.

Fueron días realmente intensos, llenos de convivencia, intercambio de ideas y experiencias.

Por dos días tuvimos que dejar de afilar un poco nuestros colmillos para volvernos vegetarianos, correr en manada a la llegada de los mosquitos y bañarnos en la rivera de un waigunga siempre helado, pero saben que?....pero saben que? (como lo dijera la canción) todo eso valió la pena.

Felicidades a todos los que fueron, regresamos a nuestros cubiles con nuevos amigos, con nuevos proyectos pero sobre todo más unidos y bien contentos. Gracias.

Publicado por Abigail Vásquez E., Raksha del grupo 13 de Puebla.